La acuarela me permite llegar al color, llegar a la transparencia y tratar desde allí plasmar lo que a mis ojos cautiva.
El agua dibuja,el pigmento da vida.
Es magia, es un instante congelado en la retina.

Nostalgia

Ella crece, ya va siendo cada día más independiente, descubre el mundo y esto la mantiene ocupada.
Atrás quedaron los tiempos de su chupete y su tuto, compañeros inseparables que hoy son reemplazados por sus tareas y ansias por leer y escribir.
Este fue un día de nostalgia. De no querer borrar jamás de mi mente esa sensación que me daba verla acurrucada, sensible y dependiente, buscando cobijo, cariño, calor, seguridad y su sueño.
¡Qué gusto poder recordar su olor!
¡Su cuerpecito pequeño que era tan fácil de acurrucar entre mis brazos!

Berta Backhaus

Buscando en mi historia, dí con mi bisabuela, hija de uno de los primeros colonos alemanes llegados a Melipulli, ahora Puerto Montt en el año 1852.
Franz Backhaus, mi tatarabuelo, conoció lo que era el bosque virgen del lago Llanquihue. Supo cómo olía esta, la tierra de mi paraíso, antes que los hombres se apoderaran de los aromas. Conoció a los impontentes Alerces,  aquellos milenarios árboles de troncos diámetros impensables. Hoy pienso cúantas veces los habrá tocado, mirado hacia el cielo donde se perdían infinitos.
Mi bisabuela Berta, nació en el Totoral, el sector que más me llama de la cuenca del lago... ahora entiendo el por qué. Tuvo que trabajar sin tregua, de sol a sol, de lluvia a lluvia, desde pequeñita, cuidando la tierra, arrancando raíces, cuidando animales, supo de hambre y supo de agradecer el pan que lograban en la dura lucha contra la naturaleza.
Pero también sus ojos se llenaron, como hoy los míos, de las más maravillosas escenas de luz, color y arcoiris.
Su cuerpo supo del frío en noches lluviosas con vientos indomables que desgarraban los árboles.
Sus nietas, hoy bisabuelas también me cuentan lo que recuerdan de ella. De su pequeña estatura, de su alemán, de su dulce mirada, de haber sido una abuela dulce y sutil.
Hoy lo que me queda es sumergirme en esa mirada y tratar de imaginar, de leer en la expresión, lo que habrá vivido, lo que habrá sentido como Colona del Lago Llanquihue.

Mi abuela Aida.

Mi abuela era una mujer muy especial.
Me gustó dibujarla, recordar su mirada, su expresión que no sabía bien si era altanera, soberbia o simplemente se escondía tras la rigidez para poder sobrevivir y sobrellevar tanto dolor acumulado en su vida. No se permitía algunas cosas. No le gustaba reir, no le gustaba que nada saliera de control, sin embargo era simpática y dulce.Se emocionaba por todo, sus ojos cristalinos siempre estaban llorosos.
Mirando sus ojos en mi dibujo me he llenado de nuevos sentimientos y preguntas sobre ella.
Esta es mi abuela Aida.



Exposición de Primavera, Galería Atelier, Madrid.

El 18 de Mayo se inauguró la Exposición de Primavera, en Galería Atelier, Madrid.
Expongo nuevamente, y con mucho gusto, con mi compatriota Flavia Tótoro, lo que es un enorme orgullo para mí, por la trayectoria de esta chilena y por su simpatía.
La muestra estará hasta el 22 de junio.
Me presento con la serie "Trabajadores Llanquihuanos".

Emilia

Ya cumplió cuatro años mi pequeña, y tengo la sensación que de una noche a la mañana siguiente mi bebé ya no era, ya se la había llevado el tiempo.

¡Cómo crece!
Casi no la alcanzo a oler, casi no alcanzo a grabármela en la memoria cuando ya tengo otra pequeñita frente a mis ojos.
Me impresiona cómo aprende, cómo se rie, cómo razona, cómo se incetiva.
Mi niña.
Mi pequeña niña.

Exposición Colectiva, Universidad Politécnica de Madrid.


Gracias una vez más a mi amigo Alejandro Decinti, que me ha dado esta oportunidad, seré parte de una exposición colectiva en Madrid.
En ETSI Navales, se mostró dos pinturas de la serie de Trabajadores Llanquihuanos, estas son "El Cuchara, pescador Llanquihuano" y "Fileteando el Salmón".

8 Ideas. As Neves

Mañana se inaugura la exposición 8 Ideas, en As Neves, Pontevedra.
Para mí son dos alegrias enormes,  el exponer nuevamente por Europa, pero lejos lo que me emociona, me incentiva y me hace totalmente feliz es que mis amigos queridos me han invitado a acompañarlos con una muestra de cariño y preocupación que no me termina de conmover.
Es un honor para mí participar en esta muestra, es un honor compartir la sala con artistas con la trayectoria y nivel de ellos, y sobre todo, es un honor para mí, contar con su amistad.

Exposición en Leganés, "Pintores Chilenos Contemporáneos"

Ayer 25 de Marzo, día en que mi mamá hubiera ya cumplido los setenta años si viviera aún, se inauguró la exposición "Pintores Chilenos Contemporáneos". en el Ayuntamiento de Leganés, Madrid.
Esto es, gracias a nuestro amigo de toda la vida, Alejandro Decinti.
Tengo el honor de compartir esta sala con tres grandes pintores chilenos, Alejandro, Oscar Villalón y Flavia Totoro.
Madrid está al otro lado del mundo.
Sin embargo, la amistad y el cariño no tiene fronteras, y fue, Miguel Fernández Suárez, el que quiso ser mis ojos y oídos en esta inauguración. Me dió todos los detalles, me dió fotos preciosas, me hizo sentir como si hubiera estado yo allí.
Una vez más, este episodio importante de mi vida, de mi vida como artista, me muestra el valor del cariño, de las buenas intensiones, de la recompensa al esfuerzo, pero por sobre todo, lo invaluable de la amistad.
Gracias a mis amigos, el que produjo esta exposición y quiso integrarme, el que fue y me la hizo vivir, y aquellos que estuvieron permanentemente conmigo corrigiendo, alentando, y creyendo en mí.
A los míos les debo todo, tanta paciencia, tanto incentivo que me dan.  A ellos sea, este nuevo paso en mi historia..

El Lavado.

Es cuando la veo así, concentrada en su labor es que me pregunto dónde andará su pensamiento.
Su obsesión es el lavado. Todos los días, busca qué hay que lavar, qué hay sucio.
Es una labor tan cotidiana, tan conocida, tan necesaria, pero que por algún motivo no nos es importante, no lo consideramos hasta que ya no hay nada limpio que ponerse...
Mi homenaje, con esta última pintura de esta serie, para todas aquellas mujeres que van a limpiar casas ajenas, que lavan todas esas ropas de otros, que se encargan silenciosamente, de todo este cotidiano que no hacemos por nosotros mismos.
Mi homenaje a todas ellas, que una vez cansadas, de un trabajo duro, llegan luego a sus casas, muchas a atender sus casas, sus propios hijos, sus maridos. Lavan sus propias ropas, limpian sus propios espacios...
Mis respetos para todas ellas, mujeres abnegadas, mujeres trabajadoras.

Hilda

En sus ojos todavía aparece irreverente, como si nunca se hubiera ido, la niña de travesuras de inquietos pies, de aventuras sin fin. Cuando rie, aparece sin pretensiones.
Niña que dió paso a la mujer antes de lo que debía.
Niña que crió seis hijos, niña que creció de un día a otro y que sin tregua ha vivido lo duro de la vida.
Un marido que un día la abandona, obligándola a sobrevivir y empezar de nuevo. 
Su alma está en duelo por dos de sus pescadores hijos  que el lago tragó una noche de un diciembre. Duelo que durará mientras este lago no le devuelva sus cuerpos para sepultarles por fin y descansar.
Su mirada hay días que se pierde, en recuerdos, en dolores, quizá en cúanta imagen. Pero la niña vuelve una y otra vez a salir, espontánea, alegre, y se ríe como sumergida en el interior del alma sin aún percatarse que ya creció, como no queriendo rendirse a tanto dolor que le ha dado la vida.
Esta es Hilda, una mujer de esfuerzo, trabajadora, y que sabe reír y hacerlo con ganas, orgullosa y firme, llena de cicatrices de la eterna lucha por seguir viviendo.