La acuarela me permite llegar al color, llegar a la transparencia y tratar desde allí plasmar lo que a mis ojos cautiva.
El agua dibuja,el pigmento da vida.
Es magia, es un instante congelado en la retina.

Limonero


Este limonero es especial, lo comencé en el norte y lo terminé en el sur.
Va a ser para siempre la marca del comienzo de una nueva vida, de una nueva manera de enfrentar las cosas.
Es como una Transmutación.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bella obra. Qué sugerente camino. Limones que saben a verano, y un poco como el amor.

Anónimo dijo...

El limonero te ha quedado bordao, precioso, como todo lo que haces pero.. ¡que bien dominas la acuarela!

flores dijo...

Impresionante Marcela, un abrazo.

José M.Roca dijo...

Este fue un trabajo tremendamente interesante, cualidades tiene muchas pero la sensibilidad con que está pintado es la que destaca.

Una gran acuarelista y gran persona, te mereces siempre lo mejor.