La acuarela me permite llegar al color, llegar a la transparencia y tratar desde allí plasmar lo que a mis ojos cautiva.
El agua dibuja,el pigmento da vida.
Es magia, es un instante congelado en la retina.

Inocencia




Me encanta esa carita de inocencia... todos los días me dice "nunca más lo haré mamá"
El problema es que está convencida que con eso ya no hay más que hacer y está lista para su nueva aventura, que normalmente no es lo que yo espero que haga...
Si sólo supiera ella cómo me divierten sus caritas de " yo no fui" y su capacidad de hacer locuras.
Esto me hace detenerme en lo feliz que es. Es inherentemente feliz. Su sonrisa está a flor de labios. Después de su diario llanto, porque no pudo tener algo, porque se pelió con su hermano, porque se le perdió su "tuto" y su "pete", viene al segundo la carcajada, el chiste o su energía desbordante que la lleva a correr a atrapar la vida.
¿En qué momento perdemos la capacidad de ser inherentemente felices? ¿Inherentemente alegres?
¿En qué momento nos volvemos parsimoniosos y "correctos"?
Yo quiero contagiarme de su niñez.
Quiero vivir mi vida inherentemente alegre, feliz, optimista y canalizar mis energías para que aún pueda salir tras nuevas aventuras.

2 comentarios:

Aquellen dijo...

Bueno hermana, ya está, al fin conozco tu blog.
Está muy lindo, los dibujos denotan una franca mejoría. Te recomiendo que elijas bien la iluminación si trabajas desde foto. La última está muy bien. Yo mismo retomando lo que es la pintura. Es difícil.
Lo que escribes tiene una cuota generosa de valentía, el contar las cosas que uno siente y ve, no siempre es fácil. Se ma da mejor la analogía.
Bien, eso y un abrazote grandotototote.
Viko.

flores dijo...

Una belleza de dibujo, eres una gran artista, saludos